Viene el verano y eso significa que a muchas personas se les acaba el contrato de alquiler, ya sea porque viven en un piso de estudiantes, vuelven a casa de sus padres en verano o porque tienen pensado cambiarte de vivienda tras las vacaciones. ¿Es tu caso? Entonces sigue leyendo.
Un contrato de alquiler se define como el documento que va a regular el uso de un inmueble, y que refleja los derechos y las obligaciones tanto del arrendador como del arrendatario. Es condición indispensable que tenga validez legal, y para ello hay que redactarlo en base a la Ley de Arrendamientos Urbanos.
Elementos esenciales que debe tener tu contrato de alquiler
Duración y renovación
En base a la Ley de Arrendamientos Urbanos, la duración del contrato de alquiler debe ser pactada libremente por el arrendador y el arrendatario. Sin embargo, la norma determina un plazo de duración de cinco años. Por lo tanto, si la duración pactada es inferior a este periodo de tiempo, una vez llegado el día del vencimiento, el contrato se prorroga obligatoriamente por plazos anuales hasta que alcance los cinco años.
Una vez transcurridos los cinco años, si una de las partes no quiere renovarlo, tiene que notificárselo a la otra. Si es el propietario quien no tiene intención de renovar el contrato de arrendamiento, tiene que avisar al arrendatario con al menos cuatro meses de antelación. Si es el inquilino, debe notificar al propietario con al menos dos meses de antelación.
Si ambas partes quieren prorrogar el contrato de arrendamiento, se hará por plazos anuales.
Renta
Uno de los elementos más importantes del contrato de alquiler es la renta, estipulada libremente por las partes. El valor depende de factores tanto externos como internos: situación del mercado del alquiler, estado de conservación y ubicación del inmueble… El pago de la renta debe hacerse de forma mensual, en los primeros siete días del mes.
La renta se puede actualizar en la fecha en que se cumpla una anualidad de vigencia del contrato de arrendamiento en los términos pactados entre las partes. En ningún caso el incremento de la actualización puede superar al determinado por el IPC.
Fianza
El importe de la fianza corresponde a un mes de renta. Hay propietarios que exigen a su inquilino dos mensualidades de renta, aunque la mensualidad extra no es la fianza, sino una garantía adicional.
Distribución de los gastos
Para evitar disputas a medio y largo plazo, la distribución de los gastos entre arrendador y arrendatario debe quedar perfectamente especificada en el contrato. Por lo general, el arrendador corre con los gastos de comunidad, IBI y tasa de basuras.
Subarriendo de habitaciones
Subarrendar una habitación en la vivienda es legal según la Ley de Arrendamientos Urbanos, siempre y cuando el arrendador dé su visto bueno. De lo contrario, se trata de una ilegalidad.
Descripción del inmueble objeto del contrato de alquiler
Además, también es importante que se describa el inmueble objeto del contrato de arrendamiento. Entre las descripciones, es importante que se recoja si se arrienda amueblado o no, en caso de que se arriende con muebles, es frecuente que se haga constar un inventario detallado de los mismos, así como del estado en que se encuentran, sin perjuicio del desgaste típico que supone su uso propio con ocasión del arrendamiento.
Otros elementos formales del contrato de arrendamiento
Es importante tener en cuenta la libertad de forma del contrato de arrendamiento, en virtud del artículo 1.278 del Código Civil sin perjuicio de determinadas excepciones, una de las cuales adquiere especial importancia en el presente artículo, cuando en su apartado 2 el artículo 1.280 del Código Civil establece “Deberán constar en documento público los arrendamientos de inmuebles por 6 o más años, siempre que deban perjudicar a terceros.”
Por su parte, también es importante que tengamos presente aquí el artículo 2.5 de la Ley Hipotecaria en virtud del cual se prevé que se inscriban los contratos de arrendamiento de bienes inmuebles en el Registro de la Propiedad, en relación a la inscripción del contrato de arrendamiento.
Estas son las cláusulas más importantes que debe incluir un contrato de alquiler. Sin embargo, se deberán adaptar a la situación concreta de esa vivienda. También se deben considerar las especificaciones propias que se realicen entre las partes. Por esta razón, cada vez son más las personas que deciden dejar el alquiler de su vivienda en manos de profesionales. Para cualquier cuestión que tengas sobre este asunto, no dudes en ponerte en contacto con nuestro despacho. Resolveremos todas tus preguntas, te asesoraremos de forma detallada y gestionaremos con rapidez todo aquel proceso que necesites seguir.