En un mundo cada vez más interconectado, el Derecho al Olvido digital se ha convertido en una herramienta fundamental para proteger la privacidad de las personas. Este derecho, reconocido por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en 2014 y regulado por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea, permite a los ciudadanos solicitar la eliminación de información personal que resulte irrelevante u obsoleta, aunque su publicación original fuera legítima. Esta semana, es el tema del blog de Francisco Franco González, Procurador de los Tribunales.
El Derecho al Olvido otorga a las personas la posibilidad de impedir la difusión de su información personal en internet cuando esta no cumple con los principios de adecuación y pertinencia establecidos por la normativa vigente. Por ejemplo, si una información es antigua o ha perdido su relevancia pública, el afectado puede solicitar su eliminación.
Esto incluye casos donde la información publicada afecta negativamente la reputación de una persona o expone datos personales que ya no son necesarios para el propósito con el que fueron publicados. Este derecho también es aplicable en situaciones donde los datos se utilizaron para fines comerciales sin el consentimiento del afectado.
Libertad de Expresión vs. Derecho al Olvido
Aunque este derecho y la libertad de expresión pueden entrar en conflicto, la normativa establece que el derecho a la información prevalece cuando los datos son veraces y tienen interés público. Sin embargo, el Derecho al Olvido toma prioridad en casos de informaciones difamatorias, insultantes o que difunden rumores infundados que afectan negativamente la reputación de una persona.
Un ejemplo común es el de individuos que desean eliminar información que ya no refleja su situación actual, como noticias sobre procesos judiciales antiguos que han sido resueltos o contenidos que muestran una imagen desactualizada de su vida personal o profesional.
¿Cómo se puede ejercer el Derecho al Olvido?
Para ejercer este derecho, se pueden seguir varios pasos:
- Solicitar la eliminación directamente a la fuente original: Contactar al medio digital, blog o red social donde se publicó la información.
- Dirigirse al motor de búsqueda: Presentar la solicitud a motores de búsqueda como Google para que dejen de mostrar la información en los resultados de búsqueda.
- Realizar ambas acciones simultáneamente: Contactar tanto a la fuente original como al motor de búsqueda.
- Documentar la solicitud: Acompañar la petición con pruebas claras de cómo la información afecta al solicitante, como capturas de pantalla y detalles sobre el impacto negativo.
Tras recibir la solicitud, la entidad tiene un mes para responder. Si la respuesta es negativa o insatisfactoria, se puede acudir a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), que emitirá una resolución que, en caso de ser recurrida, será analizada por los tribunales.
Un caso real de Derecho al Olvido
Un ejemplo representativo es el caso de dos personas condenadas por tráfico de drogas en los años 80. La noticia de su arresto y condena seguía apareciendo en los primeros resultados de búsqueda, afectando su reputación personal y profesional. El Tribunal Supremo reconoció su Derecho al Olvido al considerar que, con el paso del tiempo, la relevancia de mantener esa información accesible disminuye considerablemente, especialmente si las personas ya no tienen interés público.
Otros casos frecuentes incluyen situaciones en las que se publican detalles privados en redes sociales o información médica sensible, lo que podría generar problemas laborales, familiares o sociales.
Retos y perspectivas del Derecho al Olvido
El Derecho al Olvido plantea ciertos desafíos. Entre ellos, destaca la necesidad de garantizar un equilibrio justo entre la privacidad del individuo y el derecho del público a estar informado. Además, con el auge de la inteligencia artificial, podrían surgir nuevas dificultades en la identificación y eliminación de datos personales en grandes bases de información.
En el ámbito internacional, también se observa una falta de armonización en la aplicación de este derecho, lo que puede complicar el proceso para personas cuyos datos se encuentran alojados en servidores de diferentes países.
Aclaramos cualquiera de sus dudas
El Derecho al Olvido digital es esencial para equilibrar la protección de la privacidad y el honor con la libertad de expresión e información. Cada caso requiere un análisis individualizado para determinar qué derecho debe prevalecer, haciendo de la intervención de un procurador una pieza fundamental en este proceso. Los ciudadanos deben estar informados sobre cómo ejercer este derecho y las herramientas legales disponibles para proteger su reputación en un mundo digital en constante evolución.
Si necesita cualquier orientación sobre el Derecho al Olvido digital, no dude en contactar con nosotros. Como procuradores de los tribunales, estamos a su disposición para ayudarle a proteger sus derechos y superar este, a veces, complicado escenario legal.